17.9.11

¡Momento!.... Perdón: MEMENTO en proyección

Memento Mori
(Recuerda que morirás)

Estamos a dos funciones de concluir con nuestro ciclo Reminiscencias... y en para su penúltima proyección los invitamos a disfrutar el 21 de septiembre con el suspendo de la cinta Memento (también conocida como Amnesia, a pesar de que a lo largo de película nos aclaran una y otra vez que la condición del personaje principal no es amnesia) dirigida por Christopher Nolan —quien también es responsable de la también onírica y de reciente estreno: Inception. 
Flaquito y tatuado


Memento, estrenada en 2000, cuenta una peculiar forma de narrativa que rompe con la linealidad temporal, lo cual nos sumerge en una estado onírico del tipo de pesadillas que NO queremos olvidar, aunque tengamos que hacer uso de fotografías y tatuajes como el personaje principal, Leonard, interpretado por el decadente Guy Pearce. La película también cuenta con la actuación de Carrie-Anne Moss que seguro reconocen por su papel de Trinity en The Matrix.
Trinity en Amnesia (seguo por trabajar en un bar)
En esta ocasión, compartiremos con ustedes un breve ensayo de uno asistente y amigo del CineClub Tzikbal. Esperamos lo disfruten y nos acompañen el próximo miércoles 21 de septiembre para conversar sobre está película. Para los que no hayan visto la película, les advertimos que lo que sigue puede revelar partes importantes del trama. Acá su trabajo:

Repetir y creer: análisis semiológico del tiempo y la memoria en Memento
Tipothx@hotmail.com

Para el científico del tiempo J. T. Fraser, el tiempo es un síntoma o una correlación de la complejidad de la estructura y el funcionamiento de la materia. Es decir, la percepción del tiempo permite a los seres humanos establecer una relación entre la experiencia de vida y los fenómenos físicos del mundo sensible. En mayor o menor medida los seres humanos en general percibimos el paso del tiempo  y desarrollamos estrategias para organizar nuestra existencia, ¿pero qué ocurriría si los dispositivos que nos permiten tener conocimiento del flujo temporal fallaran, si viviéramos atrapados sin memorias en un efímero y discontinuo presente? Un acercamiento cinematográfico a esta experiencia la encontramos en el film Memento, dirigida por Chistopher Nolan (2000). La ondulante trama de la cinta gira alrededor de Leonard Shelby (Gay Pearse), un ex investigador de pólizas de seguro, quien sufre amnesia enterograda -padecimiento neurológico que le impide adquirir y mantener recursos a causa de un mal funcionamiento de la memoria a corto plazo-. Para orientar su vida diaria y mantener la trama de su existencia, Leonard idea un complejo sistema mnemotécnico basado en tatuar su cuerpo con mensajes y premisas fundamentales para recordarle su empresa vital: vengar la muerte de su esposa “violada y asesinada por John G. “. La investigación constante de pistas y señales de Leonard es apoyada por Teddy ( Joe Pantoliano) quien aparece constante y sorpresivamente en si vida para guiarlo siempre con una sospechosa sonrisa.
El suspense colma la cinta. La memoria y el tiempo son la clave de este film. Para el espectador, armar el rompecabezas del efímero representa un reto tentador. Formalmente, el film expresa un montaje sesgado en el que los efectos de cada escena son el resultado de una escena anterior. Es decir, el tiempo narrativo esta invertido; el montaje muestra una relación efecto-acción. Sin embargo,  el espectador tiene un apoyo narrativo lineal -acción-efecto- para no perder el hilo de la historia, el cual consiste en escenas cortas en blanco y negro en las que Leonard narra por teléfono a un interlocutor desconocido la historia de Sammy Jankins:  un desafortunado personaje que sufrió el mismo padecimiento que él y no pudo ordenar su vida, en consecuencia lo recuerda continuamente para de este modo mantener su cordura y afinar sus estrategias memnotecnicas: tatuarse instrucciones, notas, hechos y premisas; todo una guía sin la cual no podría cumplir su empresa. Así mismo, el director intercala en el film escenas de efecto-acción y escenas acción-efecto para incrementar el suspense y reforzar la impresión de sesgos temporales entre la narración y el espectador.
Por otra parte, el film estrecha la distancia entre el protagonista y el espectador por medio de constantes close up que siguen constantemente la mirada de los protagonistas y sus interlocutores a la manera en que Leonard lo hace en el film, pues su memoria sensorial encuentra en las miradas los espejos del alma tan valiosos para reconocer y distinguir amigos y enemigos. Mas aun los constantes planos subjetivos involucran la percepción del espectador al verismo del film y a la mirada de Leonard desde la primera escena.
Finalmente, cabe mencionar que un componente un tanto velado pero presente en el la película se encuentra en el juego de verdad/mentira que Leonard y Teddy sostienen: Leonard reconoce intuitivamente a Teddy como amigo siempre que aparece, sin embargo su sistema memnotecnico lo señala como un mentiroso en el que no se puede confiar. Al final tanto para el espectador como para el protagonista conocer la verdad que ordena la existencia y empresa de Leonard se desquebraja; Teddy es asesinado por Leonard quien prefiere desdeñar la verdad de sí mismo y abrazar la gran mentira que anima la imaginación y tensión del espectador.
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Con este buen preámbulo hacemos la extensa la invitación para que nos acompañen el próximo miércoles 21 de septiembre a las 6:30pmRecuerden que Cooperativa Tzikbal está ubicada en Pabellón Copilco: Eje 10, local B 225, 2do. piso, frente Superama Universidad.
Cuota de recuperación: $15 por función o 4 sesiones por $50. 


Por ultimo, les dejamos el trailer de la película: 





¡Sigamos haciendo del cine un acontecimiento INOLVIDABLE!

12.9.11

Nightmarish Paprika! (14 de septiembre)

Queridos cineadictos, como saben, nos encontramos inmersos cual buenos roncantes en nuestro ciclo Reminisencias, propuesta de exploración cinematográfica de los sueños y la memoria, que este miércoles14 de septiembre -además de llegar como alfombra roja para lo que pinta como un largo puente patrio-, tiene para ustedes  un guiño con la animación a través de la cinta de Satoshi Kon, Paprika (2006). 

 Dance!!!

Paprika está basada en la obra homónima del escritor de ciencia ficción japones Yasutaka Tsutsui (quien fue incluso censurado por atacar temas como la monarquía de su país), y es citada por Christopher Nolan como una de sus influencias al realizar Inception. Debemos señalar que considerando los referentes en el campo del ánime que más sencillamente encontramos en nuestro país (piénsese en una línea de Astroboy, pasando por Saint Seiya hasta quizá Dragon Ball), Paprika es de una tesitura batante menos halagueña a la vista. Mucho tiene que ver en ello la temática preferida por Kon: la disolución de la barrera entre realidad y en este caso, sueño. Y es que Kon retoma elementos de Philip K. Dick, quien además de ser el creador de Blade Runner (basada en ¿Sueñan los androides con ovejas elèctricas?) aborda temáticas como la paranoia, la esquizofrenia y el abuso de substancias. 

 
He aqui una muestra de una serie de Kon igualmente twisted...ignórese la música que le añadieron.

Paprika de esta manera tiene sus coqueteos con lo grotesco y francamente perturbador, y aunque ésta imaginería no llege a ponerse en el centro de la obra,ofrece un interesante descenso en una faceta de los sueños que los acerca más al horror que a la romantización de la que usualmente son objeto: las pesadillas. Añádase el macabro hecho de que para la banda sonora se utilizó un programa especial diseñado para imitar el canto humano

Recuerden que Cooperativa Tzikbal está ubicada en Pabellón Copilco: Eje 10, local B 225, 2do. piso, frente Superama Universidad. Cuota de recuperación: $15 por función o 4 sesiones por $50. Los esperamos el miércoles 14 de septiembre a las 6:30 pm... muajajaja!

6.9.11

¡Por fin WOODY ALLEN en CineClub Tzikbal!

"Me he enamorado de un hombre maravilloso.
Es un personaje de ficción, pero no se puede tener todo".
La Rosa Púrpura de El Cairo

¡Changos!

Tras el éxito de  Annie Hall (1977) y Manhattan (1979), Woody Allen se encontraba en la cúspide del cine, tanto que se esperaba su siguiente trabajo como un acontecimiento. Al estrenarse Stardust Memories en 1980 parece anular las pasiones que Allen había despertado. Se definió el film como un acto de narcisismo, egocéntrico y vanidoso, para algunos, un "suicidio artístico". Con la distancia de los años, Stardust Memories se ha convertido en una de las películas más valoradas para los fans de este viejito genio-neurótico, así como de sus obras más personales. Sobre la controversia del trabajo de Allen, continua y continuará; cada uno de sus estrenos —suficientemente seguidos para que la crítica siga hablando— causa un alboroto y divide las opiniones. Más claro ejemplo de lo anterior, su última película: Midnight in Paris (2011) que además de ser ya la obra más taquillera del newyorquino ha desatado opiniones violentamente —¡sí! violentamente sobre todo en platicas de borrachera— encontradas. 

Pero no es Midnight in Paris la cinta que veremos en la próxima función de CineClub Tzikbal, aunque seguramente hablaremos sobre ella. Hemos escogido para ustedes Stardust Memories por considerar que se inserta de forma más precisa con nuestro ciclo Reminiscencias... Entre sueños y memoria, además de guardar una estrechísima relación con 8 ½ de Federico Fellini que disfrutamos la semana pasada.

Fellini es el padre directo de Stardust Memories —así como también lo es Ingmar Bergman de otra cinta de Allen: Interiores (1978). Allen utiliza es estilo cinematográfico de  8 ½, tanto en la iluminación y lo musical, y hace una adaptación americana con él en lugar de Marcello Mastroianni. En otras palabras, Woody Allen aprovecha la estructura narrativa y estética de  8 ½, cambia los miedos de Mastroianni-Fellini por los suyos y recupera la alternancia sin nexo de unión entre sueño y realidad al puro estilo surrealista de Fellini.

Los invitamos a disfrutar esta joyita de Allen el próximo miércoles 7 de septiembre a las 6:30pm. Y... sí, en cuanto atractivo físico, seguro ya pensaron que Allen poco favor le hace a Mastroianni, pero ¡no se preocupen! Stardust Memories cuenta con otras bellezas como la de Charlotte Rampling que puede enamorar a varios tantos con esta escena: 


Sobre todo si te gustan las histéricas

Cooperativa Tzikbal está ubicada en Pabellón Copilco: Eje 10, local B 225, 2do. piso, frente Superama Universidad. Cuota de recuperación: $15 por función o 4 sesiones por $50.


Les dejamos de regalito unas cuantas frases clásicas y harto diverdidas del maestro Allen y ¡los esperamos en la función!

"En una ocasión me raptaron. Mi padre se puso enseguida en acción: alquiló mi habitación"
"No le tengo miedo a la muerte... simplemnte no quiero estar ahí cuando ocurra"
"Para el ejército me declararon inutilísimo. Si hubiera una guerra yo sólo serviría de rehén"
"El mejor anticonceptivo es que le digas a una chica que quieres hacer el amor con ella y te diga que no"


¿Nos comparten otras?...

1.9.11

Its Only Cineclub… but I like it (2/2)!!!!

 How does it feel                          
To be on your own
Like a rolling stone ?                            
Like a complete unknown 
Bob Dylan


Sabemos que ya se estaban preguntando por la segunda parte de esta entrada, pues: ¡Acá está!
Retomando el ciclo Música en el cine, Cine en la Música y anticipando que hemos llegado a su plato fuerte (Mr. Bob Dylan), nos gustaría comenzar hablando un poco de la divertidísima cinta The Boat that Rocked. Lo indicado a nuestro juicio es, como fue el caso del cineclub, ver esta cinta en compañía de camaradas, de preferencia rockeros. Básicamente, the boat genera un ambiente de fiesta permanente que hace mover los pies al ritmo de the Kinks, The Beach Boys, The Who, The White Stripes, y demás.

 Dance all day and all night!

Como fondo la película plasma el interés de una generación por la defensa de sus ideales tomando a la música como ícono de dicha defensa; práctica que en la Aldeita global que nos ha tocado habitar, donde al estar todo permitido y abierto al desapego absoluto, la rebeldía de la juventud ha sido a menudo reducida a la apatía. Pero vaya, que la música en los 60’s significaba algo más, cosa que Mr. Bob Dylan pone en primer plano.

Y es que como dijo Bruce Springsteen sobre Bob, si Elvis nos enseñó que podíamos liberar nuestros cuerpos a través de la música, Dylan nos enseñó que podíamos hacer lo mismo con nuestras mentes. Im not there no es ni una película musical, ni biográfica en un sentido clásico. Tood Haynes, el director de este film, toma a Bob no como una persona, sino como una figura, y a partir de este abordaje se permite descomponerlo en sus muchos matices.  Por ejemplo, pese a que Dylan es blanco y realmente no sabemos mucho de su infancia, en una de las sub historias de la cinta, se nos presenta como un niño negro. Esa elección dista de ser casual, quizá de hecho resulta más coherente dicha representación para el joven Dylan, influenciado por la música negra, e identificado con su lucha tanto racial como de clase, cuestiones ambas que pueden apreciarse en su canción The lonesome death of Hattie Caroll.


¡Christian Bale lo hace fantástico! 

En lo que respecta a la cuestión de género, no hay mejor Bob Dylan que Cate Blanchett.  La elección es también coherente con la etapa del músico que representa, y es que Cate es la Dylan rockerona: never sad, never tired, never guilty. En esta etapa, Bob, tras haberse volcado hacia afuera, hacia lo político, se vuelca ahora hacia sí mismo, como objeto de discurso y de satisfacción (mujeres, drogas, rock), con un imago muy claro y muy erotizado que lo lleva a romper de manera violentísima con su pasada audiencia, y con la crítica especializada, a la cual maneja con una gracia de domador de leones.

Take that Mr. Jones

Marca sobre todo una ruptura consigo mismo,  que creemos se muestra a través de las actuaciones de Heath Ledger y Ben Whishaw. El primero,  nos da un atisvo de las conflictivas relaciones amorosas de Dylan, especialmente dos, la amante y la esposa, quienes son curiosamente representadas por la misma mujer Charlotte Gainsbourg. Esto último muestra otro juego del director con la identidad personal, separando en dos funciones antagónicas a la misma mujer,  ninguna de las cuales tiene su happy ending con el protagonista, quien en algún momento se avienta la puntada de decir “I worship women… everybody should have one”.


Ben Whishaw por otro lado, plasma al Bob Dylan poeta, el de las letras capaces de liberar mentes, y el conflicto de un hombre con su obra y la coherencia con la misma; el artista que produce al margen de la felicidad, ¡sufre vaya!, como si prefieriera su obra sobre su vida… posición que no es sostenible indefinidamente. Cuando se supera el límite, sólo queda el regreso… ¿a qué? Richard Gere nos muestra a ese Dylan un poco harto de sí mismo, y por sí mismo nos referimos a todos los Dylan: harto de la protesta social, de la poesía, del rock, de las mujeres. Un Dylan que se recluye huyendo de sus identidad en compañía de perros y caballos.

7 sencillas reglas en la vida para esconderse
7ma: never create anything, it will be misinterpreted.


Creemos que el título I´m not there alude no sólo al flagrante hecho de que Dylan mismo nunca sale,  sino también a la idea de que tampoco podemos delimitar al personaje -o para el caso a nadie- a ninguna de las facetas que se nos muestran en la cinta. Los invitamos a elegir el Dylan de su preferencia, a ver y re-ver esta cinta, y a no perderse ninguna de las funciones de este su cineclub.