30.6.11

Dos mujeres de Ingmar Bergman

Aunque ustedes no lo crean, queridos cineadictos, la imagen anterior no es la foto de una mujer sino un efecto óptico que Ingmar Bergman utilizó en su famosa película Persona (1966). Dentro de ese maravilloso y perturbador film, se funden los rostros de las protagonistas para representar una visión escalofriante de la identidad, o mejor, de la no-identidad.
Sumado a las interpretaciones para y en la película, es posible observar este retrato desde la vida de Bergman. Ambas actrices —Bibi Andersson y Liv Ullmann— fueron parejas sentimentales del director. El parecido físicos es indiscutible, tanto que la primera vez que las mujeres vieron esta foto no pudieron reconocer si se trababa de una o de la otra. Puede ser simplemente que el sueco sabía muy bien como le gustaban las mujeres, pero es difícil no mal-pensar algunas implicaciones psicológicas.
Lo que no se puede negar, es que las dos son "personas" sumamente atractivas que han acumulado fans entre nuestros asistentes. Hemos generado una encuesta para averiguar a quien prefieren; para que se den un taquito de ojo y tengan fundamento para su voto, acá unas cuantas fotos:

Bibi Andersson


Liv Ullmann
Y juntas (pero no revueltas)

¡Voten en nuestra encuesta!
(Se encuentra en la parte superior e izquierda de este blog)

28.6.11

Bergman descubre el cine

"Cuando cumplí los diez años me regalaron mi primer proyector de películas con su chimenea y su lámpara y su ruido. Me pareció desconcertante y a la vez fascinador. La primera película que me dieron tenía dos metros setenta de largo y era de color sepia. En ella se veía a una muchacha dormida en el prado; luego despertaba, se desperezaba y desaparecía por el costado derecho del encuadre. Eso era todo. El éxito de la película fue rotundo y se proyectó noche tras noche hasta que se rompió del todo y ya no pudo ser arreglada.
Esta maquinita destartalada fue mi primer equipo de prestidigitador. Y todavía hoy me digo, con pueril emoción, que soy realmente un mago, puesto que el cinematógrafo se basa en el engaño del ojo humano. He sacado en conclusión que si veo un film que tiene una duración de una hora, durante veinte minutos estoy sentado en la oscuridad más completa: la barra negra entre cada fotograma. Cuando muestro una película soy culpable de superchería. Utilizo un aparato que está construido para sacar ventaja de ciertas debilidades humanas, un aparato con el cual puedo influir sobre el público en forma eminentemente emocional: hacerlo reír, gritar de miedo, sonreír, creer en cuentos de hadas, indignarse, sentirse intrigado, encantado, profundamente conmovido o quizá hacerlo bostezar de aburrimiento. Por eso soy un impostor, o un mago con un aparato tan caro y tan maravilloso que cualquier anfitrión en la historia hubiera dado lo que no poseía por obtenerlo" Ingmar Bergman.
(Introducción a Cuatro Obras, Buenos Aires, Editorial Sur, 1965).

El miércoles 22 de junio disfrutamos la conmovedora película Fresas Salvajes; como bien lo declara Bergman, sus trabajos influyen en los espectadores con una habilidad de mago. Tanto así, que ¡nos quedamos con más!

El guionista, cineasta y director sueco nos proyecta sentimientos de cordura y de locura, soledad, silencio, conflictos maritales, ideas religiosas, surrealismo, y también: HORROR. Existe un film de Bergman que se adentra a un terror existencias que toca las fibras más sensibles de la paranoia: La hora del lobo. Los invitamos a disfrutar, y asustarnos con ella el próximo MIÉRCOLES 29 DE JUNIO a las 6PM. Nos vamos a quedar así con esta maravilla cinematográficas:

Te recordamos que tenemos funciones todos los miércoles y que estamos ubicados en Pabellón Copilco: Eje 10, local B 225, 2do. piso, frente Superama  Universidad.  Cuota de recuperación: $15 por función o 4 sesiones por $50.

22.6.11

La Muerte y Bergman






El Séptimo sello (1956) es, probablemente, la película más recordada y elogiada de Ingmar Bergman; por ella se ha implantado la grandiosa imagen de la Muerte jugando ajedrez. 
En el universo medieval en crisis del Séptimo sello, Jöns –personaje principal— mantiene la siguiente platica con un pintor de Iglesias:


Jöns: ¿Qué representa esto?
Pintor: La Danza de la Muerte
Jöns: ¿Y ésa es la Muerte?
Pintor: Sí, se los lleva a todos bailando
Jöns: ¿Por qué pinta semejante tontería?
Pintor: Pensé que serviría para recordar a la gente que tiene que morir.
Jöns: Bueno, pero no los hará sentirse más felicies.
Pintor: ¿Por qué debe uno hacer siempre feliz a la gente? No sería mala idea asustarlas un poco de cuando en cuando.
Jöns: Entonces cerrarán los ojos y se negarán a mirar su pintura
Pintor: ¡Oh, ya mirarán! Una calavera es casi más interesante que una mujer desnuda.
Jöns: Si llega usted a asustarlos…
Pintor: Pensarán.
Jöns: Y si piensan…
Pintor: Estarán todavía más asustados.
Jöns: Y entonces correrán a refugiarse justo entre los brazos de los curas.
Pintor: Eso no es asunto mío.
Jöns: Usted sólo está pintando su Danza de la Muerte
Pintor: Yo estoy pintando las cosas como son. Todos los demás pueden hacer lo que mejor les plazca.
Jöns: Piense, nada más, cómo lo van a maldecir.
Pintor: Tal vez. Pero entonces pintaré algo divertido para que miren. Tengo que ganarme la vida… por lo menos hasta que atrape la peste.


La imagen e idea de la Muerte se hace presente en la mayoría de los films de Ingmar Bergman; el danés ha mencionado que su interés se encuentra en gran medida relacionado con la película de amor y terror The Phantom Carriage (1921), dirigida por Victor Sjöström quien, además, es el actor principal de la obra maestra Fresas Salvajes (1957) del propio Bergman. Sin duda, la imagen bergmaniana de la Muerte encuentra una ancla en el trabajo de Sjönström, sino lo creen, vean el siguiente fragmento:  






¿Cómo ven? ¿Miedito....? 

21.6.11

Ni en su casa la conocen... (o, La Sconosciuta de Tornatore)

El 15 de junio se proyectó la película La Sconosciuta —La Desconocida— del director italiano Giuseppe Tornatore. Fue sumamente gustoso tener nuevos cinéadictos por acá que disfrutaron con nosotros de esta gran muestra cinematográfica. El argumento es el siguiente: Irena es una muchachota ucraniana que se muda a Italia huyendo de una vida de humillaciones, violencia y prostitución; consigue trabajo como empleada doméstica con una familia pensando que la pequeña hija del matrimonio es una de los tantos niños que su proxeneta le obligó a tener para después venderlos como mercancía. Nuestra heroína intentará acercarse y ganar el cariño de su supuesta hija aunque eso implique dejar paralítica a una anciana y de más. Después de muchas tragedias, que incluyen asesinatos, caos y destrucción, Irena termina en la cárcel acusada de asesinato y descubre que la niña en cuestión ni su pariente era.
Al termino de la proyección nos pusimos a hablar y hablar sobre el trabajo de Tornatore estrenado en 2006. Entrando en materia de lo que se comentó, comencemos por lo que gustó y advertimos que luego nos pondremos de amargados y memoriosos.

LO QUE GUSTÓ:
  •          La música a cargo de Ennio Morricone que además de tener una carota de loco, había ya trabajado con Tornatore en Cinema Paradiso. Resultó sumamente interesante como logró integrar música electrónica en algunas de las escenas volviéndolas mucho más perturbadoras.
  •      MUJERES DESNUDAS Y/O AMARADAS… MÁSCARAS INEXPRESIVAS… MIRADAS QUE FURTIVAS SE ASOMAN POR LA RENDIJA DE LA LLAVE…. AZOTES… HOMBRE CLAVO… SUDOR….  MÁS AZOTES… TIJERAS (léase en tono flash back).
  •         Ciertas imágenes grotescas —como las del flash anterior— obligan a intimar visualmente con la realidad que, en lo cotidiano, sólo nos vemos forzados a medio intuir de las noticias que escuchamos en la crónica negra —por ejemplo, las notas amarillistas. Pese que no es secreto que Tornatore obtiene de estas publicaciones la inspiración para sus films, y aunque él asegura que La Sconosciuta se trata de un trabajo de misterio más que de una denuncia política o de cualquier otro tipo, al ver estas imágenes es difícil desligarnos de lo feo, impactante y común que es la violencia para muchas mujeres —sobretodo, aunque no exclusivamente, para las prostitutas del Este.
  •      MUJER UCRANIANA LAVA LAS INTERMINABLES ESCALERAS EN UN EDIFICIO DE LUJO EN UNA CIUDAD INEXISTENTE… OTRA MUJER PERO LA MISMA, ESCARBA DESESPERADAMENTE CON SUS MANOS DESNUDAS UN GRAN MONTE DE PORQUERIA, BUSCA AL AMOR DE SU VIDA, Y LO ENCUENTRA… AFABLE ANCIANA CAE COMO COSTAL DE PAPAS ANTE LA MIRADA VERDE DE LA PROTAGONISTA …
  •       Ante el peligro de que su protagonista fuera una calca demasiado evidente de las heroínas rusas del ottocento —sobre todo con una actriz nacida en Leningrado— la actuación de Rappaport  resulta bastante convincente… sobre todo en lo que respecta a su interacción con la joven actriz que le acompaña; ¡vaya, sus sentimientos parecen reales! y eso que según Tornatore trabajar con la niña había sido lo más complicado de la cinta, pese a que terminó adorándola.

      LO QUE NO GUSTÓ:



A pesar de los meritos arriba mencionados, algo en La Sconosciuta desentona con lo que se venía proyectando en cineclub Tzikbal. Para redimirnos con Kim Ki-Duk, dejaremos que él lo diga —que lo haga Kim Ki:

“And I try to make my films honestly without fancy camera-work—not using 
a whole lot of professional actors. And not resorting to the kind of deliberate, 
manipulation of people's emotion and that sort of thing" Kim Ki-Duk.
(Trato de hacer mis películas de fantasía con honestidad, sin cámara de trabajo— sin un montón de actores profesionales. Y trato de no recurrir a la clase de manipulación deliberada de la emoción de la gente y ese tipo de cosas)

El cine Tornatore, lleno de trabajo de edición, y en especial en La Sconosciuta con flash back´s que nos hacen pensar que sería de la película sin ellos, discrepa mucho del cine que habíamos proyectado en cineclub Tzikbal. Los trabajos de Lars von Trier, pasando por Dogma 95 y el dañado mental Harmony Korine, Jim Jarmusch invitando a sus cuates a actuar en sus películas, Werner Herzog buscando la mejor ficción en las historias documentales, y Kim Ki-Duk privilegiando los silencios sobre los diálogos y la música, nos remitían al ideal de un «cine honesto»: cámara en mano, actores no-profesionales, música incidental, poca o nula edición, entre otras características coincidentes. No podemos, ni queremos, ocultar la preferencia de este cineclub por las películas de ese tipo; pero no podemos ignorar las siguientes preguntas:

¿Qué sucede, entonces, con películas como La Sconosciuta de Tornatore? ¿Es acaso un «cine menos honesto»? Y antes deberíamos cuestionar ¿existe algo que podamos llamar «cine honesto»? ¿por qué sería ése que no usa efectos como lo propone el manifiesto Dogma? El caso von Trier nos da un buen ejemplo de todo menos honestidad, sino una farsantería bastante agradable que implica decir que se es honesto. ¿No es más honesto y real hacer uso de todos los recursos que el cine —como arte y técnica— permite para contar una historia?...

Pero, independientemente del trabajo de edición, evidente en La Sconosciuta, hay otros detalles que nos hacen dudar de la historia. Mencionemos dos:
1) El proxeneta es taaaan malo-malo-malo que ni con una acuchillada al estilo Psycho de Hitchcock logra morir. Estamos esperando la 2da. parte, en la que regresará más poderoso que nunca, ñaca-ñaca.

2) El final: Han pasado los años, Irena sale de la cárcel y, ¿quién está ahí para recogerla?... ¡La chamaquita! Ya crecidita y bastante guapa la recibe con una gran sonrisa. ¡Aaaaah, que bonito! Después de una evidente denuncia política y social, Tornatore hace un corte para dejarnos con una perspectiva positiva y algo rosa para algunos. Tal vez, esos últimos minutos pudieron evitarse.

Es momento de cortar con esta entrada, esperando haber recuperado algunas de las ideas que se volcaron en nuestra reunión semanal de cineadictos. El próximo miércoles 22 de junio a las 6pm., los invitamos a ver una joyita de Ingmar Bergman: Fresas Salvajes (1957); los esperamos en Cooperativa Tzikbal. :D

14.6.11

Las estaciones de la rana… perdón, de la vida

El pasado miércoles 9 de junio, en Cineclub Tzikbal se proyectó la película surcoreana Las estaciones de la vida (2003); dicha elección obedeció a la propuesta de uno de ustedes, queridos cinéfilos (cinéfilo que a la mera hora no llegó). Debemos confesar que pese a nuestra reticencia inicial, acabamos por aceptar la propuesta sobretodo considerando que su director, Kim Ki-Kuk, tiene películas que nos gustan y emocionan. Tal es el caso de 3-Iron (2004) —El espíritu de la pasión en español— en donde un muchachillo muy astuto entra a las casas temporalmente abandonadas para comer, dormir, hacer la limpieza y robarse fotos familiares.
Ésta, a pesar de ser una película de amor, no cae nunca en las pretensiones clásicas de las historias de pareja ni en “grandes diálogos”, de hecho hay muy pocos. Ya que mencionamos los no-diálogos, un dato curioso es el peculiar manejo que Duk hace de ellos. Originalmente, sus películas están pensadas y filmadas con más intercambios verbales que en el proceso de edición se suprimen para darle más importancia a otras formas de comunicación: miradas y silencios.

En otros de sus trabajos hay escenas violentas y temáticas sórdidas. Basta mencionar su su primer film, Cocodrilo (1996) cuyo personaje principal es un vagabundo que vive a la orilla del desagüe y viola mujeres. Claro que también encierra una historia de amor, cuando una chiquilla acaba por enamorarse de él pese a su olor y su propensión a violar. Y ya que hablamos de violencia, una escena de la película La Isla (2000) nos da un buen ejemplo de una forma extrema de autoabuso cuando un personaje decide suicidarse tragando anzuelos que posteriormente… bueno, véanlo ustedes:



Después de ver este clip, no les sorprenderá saber que el fantasma del maltrato a animales también ha acompañado al señor Duk. Y, en Las Estaciones de la Vida se hace presente en forma de un piedrita amarrada a una rana, que le impide saltar y nadar libremente. No es la primera vez que este oriental ha atormentado a las ranas, de hecho en La Isla despellejó a una viva. En su defensa, él argumenta que después se la comió y que, pese a que vivirá con culpa el resto de su vida, los occidentales deberían ser más respetuosos y comprensibles con él. 
Teniendo en cuenta la riqueza narrativa de las historias que Kim Ki Duk, sorprende lo predecible y “oriental” que resulta Las estaciones de la vida. El lenguaje visual, la fotografía, las locaciones, el trabajo del set, el vestuario, las enseñanzas del maestro zen a su discipulo, en fin, todo, es hermoso en esta película… tal vez demasiado hermoso, espiritual y ecológico.

Como Herzog y los adeptos al movimeinto Dogma 95, Kim Ki-Duk afirma querer hacer películas honestas. Para ello, recurre a actores no-profesionales y utiliza pocos efectos especiales. Seguramente, para él, Las estaciones de la vida es una película honesta que muestra el pensamiento oriental y la forma de vida de los pracitantes del budismo. Pero, para nosotros, la película puede caer en dos ambitos: 1) considerarla una buena película para ver con tus padres y tíos algun fin de semana; 2) una buena muestra del interes new age que ataca a muchos de nuestra generación.
Como sea, si se logra quitar el prejuicio —lo que nosotros, evidentemente no logramos— la película resulta bastante interesante de ver. El estilo de Duk del que hablamos al principio se encuentra también en este film. No es, como se podría considerar una película extraña del director que choca con sus otros trabajos; detrás de todas las estatuas de buda, de los tipicos paisajes orientales —y de la rana con una piedra—, Las estaciones de la vida es una película sordida que habla de y desde las profundidades del alma humana.

Ahora bien, si su úncio referente al cine de Kim Ki-Duk es las Estaciones de la vida y no les agrado del todo: ¡no se engañen! Éntrenle a sus otras películas, verán lo interesante y honesto de su cine. Recomendamos:
3-Iron (2004)
The isle (2000)
Time (2006)
Samaritan Girl (2004)
The bow (2006)

7.6.11

KIM KI-DUK: Las estaciones de la vida

Los invitamos a todos a la proyección de la muy conocida Las estaciones de la vida del director surcoreano Kim Ki-Duk. ¿Y por qué tan conocida, supuestamente vista, discutida...? ¿Será su profundidad "oriental" que apasiona tanto a los aficionados por lo new age? ¿Los hermosos paisajes espléndidamente fotografiados? ¿Su título que puede ser tan largo como "Primavera, verano, otoño, invierto... y otra vez primavera"? ¿Las lagrimas que alguna morrita puede derramar para el final del film...?  Sea por eso o por otras razones o no-razones, los esperamos el miércoles 8 de junio a las 6pm. La cita es en: Cooperativa Tzikbal, ubicada en Pabellón Copilco, eje 10, local B 225, 2do piso, frente a Superama de Universidad. Distrito Federal, México.Cuota de recuperación: 15 pesitos (bono de 4 películas por $50).


Pequeñas cosas, humor (y recepcionistas) negros de un gringo cineasta.

Mystery Train de Jim Jarmush –nuestra primera cinta de junio- es un tríptico que se desdobla en tres historias sobre extranjeros (de Japón, Italia e Inglaterra respectivamente) situadas en la icónica y desolada ciudad de Memphis, Tenessee. En esta ocasión, además de un par de chismes específicos sobre la cinta en cuestión, propongo emplear Mystery Train como una viñeta sobre la cuál –a manera del parloteo analítico del día- sea posible darle un vistazo a su director: su manera de entrarle al asunto de hacer películas, su ser americano, y el papel que el humor (negro a mi entender) juega en su narrativa. Para esto, traduzco no sé que tan legalmente fragmentos de una entrevista realizada por Ian Johnston para la revista musical Sound, allá en los lejanos y extravagantes ochentas.  Aquí el texto completo en su idioma original 
Chismes. Entre las personalidades que aparecen en la cinta contamos a Nicoletta Braschi, Joe Strommer, un cameo como locutor nocturno de Tom Waitts, y al sujeto que la hace de compinche de Banderas en el Mariachi (Steve Buscemi). Éste es el primer film que rompe con el esquema blanco y negro que tradicionalmente maneja el director —quizá por estar financiado por el conglomerado japonés JVC; Mystery Train le valió a Jarmush el premio al mejor logro artístico en Cannes. Quizá el único chisme propiamente dicho que encontré, fue que en nocturna salida a un club de Memphis, Jarmush alentó al protagonista japonés de la primera historia, Masatoshi Nagase, a valerse de su escaso inglés y sus grandes dotes de mimo para ligarse a dos que tres sureñas, como un ejercicio de actuación, vaya. No sabemos si eso de alentar al nipón es un eufemismo, aunque nos parece improbable… ojalá le haya ido bien, aunque anticipamos que en el mejor de los casos se habrá ligado a un personaje similar a la exnovia de Strommer.

Elvis. Cuando Johnston le pregunta si está personalmente obsesionado con el mito de Presley, Jim responde: No, de hecho no. Me parece que Elvis fue realmente una figura y creo que es muy triste lo que le ocurrió. Es por eso que el fantasma en la cinta es Elvis alrededor de 1956 porque como Jhon Lennon dijo cuando Elvis murió: “Sí, pero Elvis murió el día en que fue al ejército”. Para mi el verdadero espíritu de Elvis murió al ir al ejército.
Pequeñas cosas.  Respondiendo a Johnston sobre la atención a los detalles que presta en la película, Jim nos dice que: Supongo que es porque mis películas no están orientadas a la trama, ni son muy dramáticas. Entonces todos estos pequeños detalles se vuelven más perceptibles, creo. Quizá le pongo más atención porque no tengo esos grandes momentos dramáticos. Sólo tengo pequeñas cosas entre la gente, entonces los pequeños objetos parecen más importantes de lo que realmente son. Los notas porque el estilo de grabación es muy estático. El director añade en alguna otra pregunta que la maleta de los japs es buen ejemplo: quería que la cosa se viera como una tele de bulbos por dentro y así se lo indico al encargado de utilería. Sobre la cámara comenta que le gustan las tomas fijas, porque de otra manera la cámara es un personaje más. Mis películas son sobre pequeñas cosas que pasan entre la gente que son a veces mucho más valiosas y profundas que los grandes sucesos dramáticos que suceden. Pienso en el humor de la misma manera.

Humor. Continua en la misma línea (la pregunta en sí sugería que, dada la temática pesimista de sus películas, su sentido de lo gracioso era algo así como una risa en la obscuridad). Pienso en el humor de la misma manera. Por ejemplo, nunca puedo sentarme y decidir que voy a escribir un chiste. Son sólo pequeñas cosas que veo y recolecto, y les suceden a personas que conozco, las cosas que pienso que son realmente graciosas las escribo y meto por ahí en algun script. El humor es esencial, creo que las películas son tristes pero también creo que son comedias, así que son comedias tristes.  (…) No creo que las películas sean existenciales o deprimentes. Sin embargo los personajes son básicamente perdedores. No obstante, simpatizo con ellos.
Pequeñas cosas 2. Johnston le pregunta sobre la estructura de la peli (el tríptico y tal) y Jim comenta que: Como escritor quería divertirme con algo que no fuera lineal para variar. Por qué, no estoy seguro. También sucedió porque tenía a un número de actores con los que quería trabajar  y estaba teniendo dificultades planeando una manera de meterlos en una película. Así que se me ocurrió arreglar una película que estuviera planeada como un sketch pero fuera de hecho una cinta completa”. Complementamos esta idea añadiendo su respuesta a por qué tanto foráneo en la cinta: La razón para que todos estos personajes sean extranjeros no es porque lo planee, sino porque escribo personajes, actores, o amigos con los que quiero trabajar , y sucede que muchos de ellos son extranjeros. Así que tengo que inventar una historia para incorporarlos. (…) Nunca comienzo con la historia primero, lo que tal vez es obvio, ya que la línea narrativa de mis películas no es ni muy fuerte, ni muy dramática. Son muy sencillas. Es interesante considerar que un factor clave en el armado de sus cintas parecería se los actores con quienes desea trabajar, lo cual en lo personal me parece sumamente respetuoso con una trama que justamente está hecha a razón de y para ellos, en vez de tiranizarlos o acartonarlos a tramas grandilocuentes: si tus amigos son tipazos, hay que sacarle ventaja. Me permito lanzarle una pedrada a Iñárritu y su Babel, ya que hace justamente lo contrario: ¡los actores ni son sus amigos! y sus confluencias se embonan de manera bastante forzada, la cosa no se siente natural, no es simpática y sí melcochosamente dramática, lo opuesto de de Mr. Jarmush en lo que a trípticos se refiere (todo en mi humilde opinión).
Y sí,  Jarmush es gringo. Y nos confiesa: Sí me siento de alguna manera distanciado de América, y al mismo tiempo muy americano y todo eso entra en juego. (..) América es un lugar muy vanal; ahí todo tiene que ser vendido. Puedes reempaquetar tu propia mierda y venderla si la etiquetas de la manera adecuada. La motivación es vender.(…) es una cultura sumamente desechable y aún así me siento cómodo siendo americano. De alguna manera la sociedad americana ha tenido el efecto contrario en mí. Más que interesarme en hacer dinero , amasar bienes y objetos, en realidad me ha hecho que me guste estar de viaje y en hoteles donde nada me pertenece. Rento un auto y es como un encendedor desechable, cuando he acabado de usarlo, he acabado. En vez de hacerme querer comprar más cosas , me hace sentir como en casa con cosas con las que no tengo lazo alguno. No sé si sea una extraña reacción de mi parte”.

Viñetas. De Lejos de Yohohama me quedo con que Memphis es igualito a este perto asíatico… si antes Godzilla o algun robot destruyera no sé que proporción de los edificios. De Un fantasma, creo que es interesante reflexionar como en ocasiones el hecho de que nadie te escuche es una cosa cultural (así veas espectros en un hotel de cuarta… quizá sobre todo si ves espectros en un hotel de cuarta). De Perdidos en el espacio, me quedo con que en Memphis hay turistas de una noche, y fantasmas permanentes, con la frase “I’m the man who will make you use that gun” (o algo así).    ¡Bang! 

6.6.11

¡REVENTON TZIKBAL!

Con fines de recaudar fondos para el mantenimientos y compra de material para el espacio de la Cooperativa Tzikbal, se ha organizado una fiesta. La fecha es el próximo sábado 11 de junio desde las 9pm, y la entrada tendrá un costo de $50 pesitos. A los miembros del cineclub y de toda la cooperativa Tzikbal nos dará mucho gusto verlos por allá. Habrá mucha música, pasos swing y mucho mucho más

5.6.11

El robo de Jim Jarmusch


Nada es original. Roba de cualquier lugar lo que resuena con inspiraciones y nutre tu imaginación. Devora películas viejas, nuevas películas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones al azar, arquitectura, puentes, calles señales, árboles, nubes, cuerpos de agua, luz y sombras. Selecciona para robar sólo las cosas que hablen directamente a tu alma. Si haces esto, tu trabajo (y robo) será auténtico. La autenticidad es invaluable, la originalidad es inexistente. Y no te molestes en ocultar tu robo —celébralo si te apetece. En cualquier caso, siempre recuerda lo que Jean-Luc Godard dijo: "Lo importante no es de donde tomas las cosas, sino a donde las llevas”. — Jim Jarmusch